A la una de la tarde del próximo lunes, tiene prevista su llegada al puerto de Gibraltar el crucero británico Aurora, de la compañía P&O. En el barco viajan más de 400 pasajeros afectados por un virus estomacal altamente contagioso llamado Norwalk.

En dos escalas anteriores las autoridades portuarias de Venecia (Italia) y Dubrovnik (Croacia), no permitieron desembarcar a nadie y en El Pireo (Grecia) ni siquiera admitieron que el crucero entrara en el puerto. Varias lanchas de los servicios de guardacostas rodearon el navío, para asegurarse que ningún otro buque se aproximaba a él. Los responsables de Gibratar deberán decidir ahora si aceptan que el barco atraque. El Ministerio de Sanidad español alertó a todas las capitanías marítimas para que controlen el trayecto del buque.

La epidemia en el Aurora, en el que navegan 1.800 turistas y 600 miembros de la tripulación, comenzó el pasado 24 de octubre, cuatro días después de que la nave zarpara del puerto inglés de Southampton. El crucero, que cubre una ruta denominada Joyas del Adriático, hizo escala en Palma de Mallorca y Sicilia, antes de ser rechazado en Venecia.

El consumo de algún alimento en mal estado o las deficientes condiciones sanitarias de los lavabos pudieron originar el brote. "La tripulación está limpiando todo el tiempo, desinfectando las paredes, los pasamanos, las mesas e incluso las sillas", declaró una pasajera.

Los afectados por el virus Norwalk sufren náuseas, vómitos y diarreas, acompañados de dolores y en algunos casos de fiebre. Los dos médicos del Aurora parecían tener ayer la situación controlada e indicaron que sólo 30 de los enfermos no habían logrado recobrarse. "Los que están bien se encuentran muy animados", dijo otra turista.