Cuatro de cada diez pacientes sufren migraña crónica, un número que los neurólogos consideran "escandaloso" y que achacan a la automedicación, a la inconstancia en los tratamientos y a la ausencia de medidas preventivas.

Así se desprende de las conclusiones de un estudio realizado por la Sociedad Española de Neurología (SEN), presentado ayer en rueda de prensa, a partir de las respuestas de cerca de doscientos especialistas de toda España y 1.800 enfermos.

El doctor Rogelio Leira, responsable de la Unidad de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, ha calificado de "dramático" que el 40% de estos enfermos, la mayor parte de ellos mujeres, padezcan fuertes dolores de cabeza crónicos en torno a quince días al mes.

Los expertos han coincidido en señalar que esta situación no es de extrañar si se tiene en cuenta que uno de cada cuatro pacientes con migraña "no sigue las instrucciones de su médico". "Hay enfermos que tardan hasta doce años en acudir a un neurólogo", ha enfatizado Leira.

La encuesta constata que el 40% de los pacientes se automedica para aliviar su dolor durante la crisis, lo que redunda en la cronificación y en un manejo de la enfermedad más complicado.

FARMACOS PREVENTIVOS José Miguel Lainez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Valencia y presidente de la Federación Europea de Cefaleas, ha agregado que el 75% de los encuestados que siguen el tratamiento sintomático mejora "mucho o bastante" y, en el caso de los fármacos preventivos, la mejoría alcanza a un 53%. "El problema con el tratamiento preventivo es que el paciente se está medicando para que no suceda nada y, a veces, resulta difícil mantenerle en esa situación", ha apostillado.

Valentín Mateos, del Servicio de Neurología del Hospital Central de Asturias y Coordinador del Grupo de Estudios de Cefaleas de la SEN, ha pedido a los médicos de Atención Primaria que "se suban al carro de la prevención" porque los enfermos no mejorarán si "solo se les da algo esporádico para tratar el dolor". A su juicio, el reto es conseguir que los médicos de Atención Primaria vean al paciente migrañoso como alguien a tratar a largo plazo, igual que sucede con los hipertensos, los diabéticos y los asmáticos, y no de manera puntual.