Dicen los expertos que no hay patrón común para el pederasta. Ni social, ni económico, ni cultural. Cuatro casos destacados de pederastas muestran esa variedad de personalidades.

UN PODEROSO SACERDOTE Marcial Maciel, sacerdote mexicano ya fallecido, fundador de los Legionarios de Cristo, tuvo una de las carreras pederastas más largas: una asociación de víctimas de su poderoso movimiento religioso ha atesorado durante los últimos años una documentación que refleja que el cura --drogadicto y padre de al menos cuatro hijos-- abusó de 160 menores, la mayoría seminaristas. Pretextando una enfermedad que, según decía, le obligaba a ser ayudado para eyacular con frecuencia; o un dolor de estómago que requería masajes en sus zonas genitales, el sacerdote, protegido por Juan Pablo II, se dedicó a la depredación sexual durante décadas. El Vaticano ha intervenido su orden.

EL CRIMEN DE LLORET Uno de los 10 pederastas más buscados en el Reino Unido, Martin Anthony Smith, vivió oculto en Barcelona cerca de dos años. Fue arrestado el pasado 7 de mayo --sobre él pesan 13 denuncias de abusos--, y el martes, día en el que fue extraditado a Gran Bretaña, su mujer, Lianne Angela Smith, asfixió en Lloret de Mar (Girona), con una bolsa de plástico, a sus dos hijos, una niña de 5 años y un niño de 11 meses. Smith había sido técnico de sonido en Cumbria, al noroeste de Inglaterra, pero su último trabajo fue el de espiritista.

´NANYSEX´ Alvaro I. G., cuyo alias en internet era Nanysex , trabajaba en una tienda de informática y regentaba un cibercafé en Murcia, pero también se ofrecía como cuidador. "Canguro a domicilio. Experiencia con niños y educación infantil. Si además tienes ordenador en casa, cursos de informática para niños. Disponibilidad: tardes, noches y fines de semana", decían los reclamos. En el juicio, reconoció que entre el 2002 y el 2004 había abusado de 5 niños de 1 y 2 años en Collado Villalba (Madrid) y Lo Pagán (Murcia). Fue condenado a 58 años de cárcel, pero se le redujo la pena a 44 años y medio.

CAPTURA HISTORICA El 19 de octubre del 2007, en Tailandia, la Interpol recurrió por primera vez a la colaboración ciudadana para dar con un sospechoso. Tras tres años de búsqueda, Cristopher Paul Neil, un canadiense apodado Vico, fue arrestado. El pederasta más buscado del mundo, acusado de abusar, como mínimo, de 15 menores varones, había caído.