Cuba se volcó ayer en la progresiva recuperación y en la evaluación de los graves daños causados por el huracán Dennis , que dejó al menos diez muertos en la isla y arrasó el oriente y región central del país.

Las autoridades dieron instrucciones a la población para que colaboren en las tareas de recuperación de daños y mantengan las medidas de precaución, mientras Dennis avanza por el golfo de México y amenaza las costas del sureste de EEUU, donde más de un millón de personas comenzaron ayer a abandonar sus hogares en una zona que se extiende desde la región del Panhandle: noroeste de Florida y sur de Alabama, Misisipi y Luisiana, y donde se espera que el ciclón toque tierra hoy.

Volviendo a Cuba, Granma y Santiago de Cuba, donde se registraron las diez víctimas mortales contabilizadas al día de ayer, han sido junto con Cienfuegos las regiones más afectadas por el golpe del primer huracán de la temporada ciclónica.

Gran parte del territorio cubano estaba ayer sin fluido eléctrico, decenas de miles de personas carecían de agua corriente y gas y había problemas en las comunicaciones en varias zonas.

Además, varios miles de viviendas han sido afectadas total o parcialmente, aunque parte de los 1,5 millones de evacuados en los últimos días han comenzado a regresar a sus hogares.

En la región oriental, algunas comunidades continúan aisladas por los derrumbes y deslizamientos de tierras y el desbordamiento de los ríos y las presas. También se empieza a recuperar gradualmente la normalidad en los centros turísticos del país.

EL ESTADO DE HAITI Respecto a los daños causados en Haití por el huracán y aunque Protección Civil confirmó ayer que cinco personas murieron y otras cuatro están desaparecidas, fuentes oficiales creen que la cifra de víctimas mortales puede aumentar notablemente. También hay numerosos desaparecidos.