La conferencia del clima que se celebra estos días en Bali (Indonesia), un paso esencial en la lucha contra el cambio climático, tendrá curiosamente un impacto notable sobre la atmósfera. Si se calcula que al menos 10.000 personas se han desplazado a la isla desde todos los rincones del planeta y que todas lo han hecho en avión, ello ha supuesto la emisión de unas 25.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), prácticamente lo mismo que producen en un año países como Perú, Azerbaiyán o Ecuador. "Esta conferencia genera realmente muchas emisiones de CO2 --asume Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (UNFCCC)--, pero confío en que el acuerdo contribuirá a reducirlas mucho más".

Aunque la organización ha puesto bicicletas gratuitas a disposición de los delegados, lo habitual es que la carretera que lleva al centro de convenciones, situado en la paradisiaca zona hotelera de Nusa Dua, sea un constante ir y venir de taxis, en gran parte modelos vetustos con tubos de escape humeantes.

Las 25.000 toneladas de CO2 se obtienen tras multiplicar 132 gramos, que es lo que aproximadamente emite por kilómetro cada pasajero de un avión --según la Unión Europea--, por el citado número de participantes y por 20.000 kilómetros, que es la distancia de ida y vuelta que, de media, han realizado cada uno de ellos. Es cierto que algunos han llegado desde mucho más cerca, pero buena parte de las delegaciones y el grueso de la prensa y de las oenegés proceden de Europa y EEUU. De España a Bali hay cerca de 14.000 kilómetros.

AIRE ACONDICIONADO El aire acondicionado no es habitual en los taxis de Bali pese a las temperaturas y la humedad sofocantes, pero en las habitaciones de los lujosos hoteles y en algunas estancias del centro de convenciones hace incluso frío. Un cálculo de la UNFCC, incluyendo el consumo energético y los transportes internos, eleva la cantidad de dióxido de carbono generado a 47.000 toneladas, equivalente entonces a la producción anual de Suecia o Marruecos.

No obstante, varias delegaciones y asociaciones han decidido mitigar su huella ecológica. Así, según ha informado la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, el Gobierno español compensará las emisiones de CO2 atribuibles al desplazamiento de su delegación con participando en un programa de desarrollo ecológico, dotado con 2.800 euros --10 por cada tonelada emitida, que es el precio internacional de referencia--, que consistirá en la rehabilitación de una minicentral hidroeléctrica en la isla indonesia de Sumatra. Joaquín Nieto, delegado de Medio Ambiente de Comisiones Obreras, presente en Bali, afirma que el tráfico aéreo, que representa el 2% de las emisiones mundiales de CO2, acabará incorporando inevitablemente algún impuesto para contrarrestar su huella ecológica. Por ahora, lo más cercano es una propuesta de la UE para que las aerolíneas sean incluidas en la directiva comunitaria sobre emisiones.