España confía en que la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas que comienza mañana en la isla indonesia de Bali diseñe "la hoja de ruta", con un calendario claro y conciso, que permita alcanzar un acuerdo de compromisos sobre el cambio climático después del 2012, cuando finaliza la aplicación del protocolo de Kioto. La negociación debería culminar en el 2009, para que los países puedan ratificar el nuevo protocolo --que posiblemente se denominará Copenhague-- antes de su entrada en vigor.

El nuevo acuerdo deberá tratar sobre la mitigación de este problema, la adaptación, las tecnologías, las inversiones y la financiación. Los detalles de estos grandes temas serán, de nuevo, los que presentarán una mayor dificultad de negociación. De hecho, EEUU será de nuevo la oveja negra, al oponerse a los topes obligatorios a la contaminación. En un documento difundido esta semana, George Bush remarcó que la reducción de las emisiones "no debe socavar el crecimiento económico".

La delegación española la encabeza la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. El secretario general para la prevención de la contaminación y del cambio climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, aseguró ayer que la conferencia supone "la hora de la verdad" para diseñar un plan contra el calentamiento global más ambicioso.