Será labor de la Consejería de Educación de la Junta y el cometido consistirá en revisar el material que llega a los centros de enseñanza de la región para comprobar cómo se abordan los temas sobre la guerra civil y la represión franquista con el objetivo de que los textos sean fieles a la realidad. Tal y como ya adelantó este periódico, la nueva ley contempla que la Memoria Histórica esté presente en el currículo escolar. Para cumplir con este objetivo se revisará concretamente el material de Secundaria y Bachillerato y se adaptará y ampliará para que los escolares adquieran un conocimiento más extenso de una parte fundamental de la historia de este país.

Lo que se pretende, al fin y al cabo, es que los contenidos sean completos y se recoja no solamente la versión oficial de aquella época, sino también las historias que quedaron ocultas por miedo a las represalias y que poco a poco han ido saliendo a la luz. «La futura normativa también recoge que se llevan a cabo labores de difusión en los centros escolares», indica José Manuel Corbacho, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura (Armhex).

En este sentido, la historiadora montijana Candela Chaves (autora del libro Sentenciados: La represión franquista a través de la justicia militar y los consejos de guerra en la provincia de Badajoz 1937-1950) vuelve a insistir en que actualmente «hay quien no sabe ni quién era Franco». Ella no sólo defiende que la historia se enseñe en los centros escolares, sino que apuesta porque sean los propios testimoniantes quienes acudan a los institutos para dar conferencias de cómo lo vivieron «para poder entender una dictadura tan totalitaria y represiva durante 40 años». r.s.r.