Consagró su vida Dámaso Alonso al estudio filológico y la poesía, dando empaque a la Generación del 27, aunque lo más sustancial de su obra poética pertenece a la postguerra. En su primer libro, Poemas puros. Poemillas de la ciudad (1921) la poesía pura tenía escasa relación con lo pretendido. La pureza deriva aquí de la actitud del poeta, de la ternura y limpieza con las que contempla el mundo.
El viento y el verso , doce poemas escritos entre 1923 y 1924, fue el siguiente y se publicó en la revista Sí de Juan Ramón Jiménez. Después tardó casi veinte años en publicar otro libro, Oscura noticia (1944), que, unido a poemas de épocas anteriores, da impulso a la poesía alonsiana y muestra ya su estilo y visión característicos.
La culminación de la lírica de Alonso llega en 1944 con Hijos de la ira , una lacerante deposición sobre la miseria del hombre y del cosmos. Utiliza en determinados versículos un lenguaje abrupto, violento que da cabida al léxico vulgar, incluso malsonante. Tras padecer el impacto de la guerra española, el poeta se acusa y acusa, maldice y protesta por el espectáculo del mundo.
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Dámaso Alonso es el gran maestro de la crítica española de este siglo. De los siglos oscuros al de oro , que se entrega mañana domingo con el ejemplar de EL PERIODICO EXTREMADURA, es un compendio de notas y artículos del autor que aparecieron en diversas publicaciones, si bien varios nunca habían estado en letras de molde. Escritos muy espaciadamente, es fácil apreciar enfoques diversos, pero el autor señala que la diversidad es inevitable, y que cada tema debe abordarse de manera distinta, sin que sea cosa de reglas.
