Si por algo se ha caracterizado David Bowie a lo largo de su dilatada trayectoria es por caminar un paso por delante del resto de músicos. Un paso por delante en tendencias sonoras. Un paso por delante en moda y estética. Un paso por delante, también, en la explotación tecnológica. Siempre para uso e impulso de su producción discográfica.

Bowie, que ya en los años 90 fue de los primeros artistas en ofrecer a sus fans la opción de descargar sus canciones por internet, se colocó anoche de nuevo unos metros al frente al presentar su nuevo disco, Reality , que saldrá a la venta el 15 de este mes, vía satélite a todo el mundo en riguroso directo.

El duque blanco convirtió el acto de presentación de su nuevo trabajo, anoche en Riverside Studios de Londres, en un espectáculo absolutamente innovador. Impecable y cuidadosamente vestido y peinado, con esa estampa de joven eterno, Bowie compareció en un escenario de Londres para ofrecer un vitalista concierto de casi dos horas, jalonado por las nuevas canciones, algunas legendarias de su extenso catálogo y, por supuesto, por un público vociferante y entregado.

El show fue transmitido en directo a 22 salas de cine de Europa, recurriendo a la última tecnología en transmisión digital, que no siempre respondió. Problemas de eco emborronaron, sin embargo, en algunos momentos la transmisión del cantante.