Agustín Muñoz Sanz es, según él mismo reconoce, "como Camarón, toco todos los palos". Y es que este conocido especialista en Patologías Infecciosas, doctor en Medicina, profesor de la Universidad de Extremadura y escritor, presentó ayer el libro Los hospitales docentes de Guadalupe , editado en el marco del Año Jubilar Guadalupense.

Aunque la influencia de la medicina monacal y la importancia de los hospitales del Monasterio de Guadalupe han sido tratados en otras obras, Muñoz Sanz añade una nueva aportación: la relación que tuvo Guadalupe con Portugal, "que fue intensa, extensa y profunda desde los Reyes Católicos". El autor ha hecho un estudio comparativo de las ordenanzas que aparecieron en 1741 del monasterio extremeño y el hospital de Todos los Santos, de Lisboa, cuyo reglamento data de 1504.

Guadalupe no fue solo lugar de peregrinación para milagros. Entre los siglos XV y XVII fue un centro de investigación de referencia nacional e internacional por el que pasaron cientos de personas, muchas de Portugal, para formarse en medicina o para curarse de la peste o la sífilis.

El monasterio albergó dos hospitales, uno de hombres y otro de mujeres, una casa de acogida, --la Casa de La Pasión--, que se convirtió en el hospital de sífilis, y una enfermería de monjes, así como una escuela de canto.

En este enclave, además de asistencia "hubo enseñanza de medicina y cirugía al más alto nivel científico, era un centro de referencia al que acudían estudiantes y médicos de otros sitios a formarse, los mejores médicos del país pasaron por ahí, hasta tal punto que a muchos se los llevaron los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II al protomedicato", explicó.

Además, "es en Guadalupe donde empieza por primera vez la Iglesia en el siglo XV a hacer autopsias".

Por ello, cree que "no es ninguna tontería pensar que la Universidad de Extremadura empezó ahí. Guadalupe y sus hospitales son el origen de nuestra universidad, y eso se debería reconocer".

El libro también recoge la respuesta hospitalaria que se dio frente a la epidemia de sífilis de la época, que el autor compara con lo ocurrido en el último cuarto de siglo con el Sida. "Con una diferencia de cinco siglos hay un comportamiento profesional de los sanitarios similar, se da una respuesta extraordinaria en ambos casos".

Los hospitales actuales han heredado de aquellos "el espíritu de que el médico tiene que prestar asistencia, docencia e investigación y también el funcionamiento y la organización". Además, heredamos las listas de espera, "ellos también tuvieron que ampliar el número de camas por la necesidad".

Muñoz Sanz, que ha dedicado el libro a Fray Sebastián García, bibliotecario del monasterio, trabaja ahora en una novela sobre la Inquisición, en la que también está Guadalupe.