Decenas de miles de homosexuales y lesbianas tomaron ayer el corazón de Berlín para protagonizar una colorida marcha que culminó ante la Puerta de Brandeburgo, tras recorrer las principales calles de la ciudad en un largo desfile que duró varias horas.

Miles de drag queens, hombres enfundados en ajustados trajes de cuero con gorras militares del mismo material y otros tipos de aspecto curioso se sumaron al 32 desfile para conmemorar el Christopher Street Day y reclamar una mayor tolerancia por parte de la sociedad.

El propio alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata y homosexual declarado Klaus Wowereit, fue el encargado, como patrocinador del evento, de cortar la cinta para dar paso al alegre desfile con más de 50 carrozas y numerosos grupos llegados de toda Europa.

Wowereit comentó a la prensa que todavía se producen a diario "discriminaciones y agresiones" contra los homosexuales y aseguró: "Mientras eso siga sucediendo lucharemos por la igualdad de este sector social". Las diferentes carrozas hicieron referencia también a temas de actualidad, entre los que destacaba la dedicada por lesbianas alemanas a la federación de fútbol de su país con motivo del Mundial de Suráfrica.