Varios equipos de rescate han pasado la noche intentando poner a salvo con helicópteros y botes hinchables a decenas de personas atrapadas por las inundaciones en el noroeste de Inglaterra y sur de Escocia.

La región más asolada por las lluvias torrenciales, que han hecho desbordarse varios ríos, es la de Cumbria, donde más de 200 personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en centros especiales. Según la Agencia del Medio Ambiente, cientos de casas de la región están inundadas y las localidades de Cockermouth y Keswick son las más afectadas.

El nivel de las aguas en algunas partes del centro de Cockermouth superan los 2,5 metros y la calle central de esa localidad se ha convertido en un río de aguas rápidas. Las tiendas, que acababan de adornar sus escaparates con vistas a las fechas navideñas, son solo accesibles en barca, según ha informado la BBC.

PUENTES DESTRUIDOS

Los helicópteros de la Fuerza Aérea han rescatado al menos a 50 personas de los tejados de sus casas en esa localidad, donde, según la policía, cerca de 1.000 edificios corren riesgo de inundación. Muchas otras han logrado ponerse a salvo gracias a los esfuerzos de la guardia costera, la policía, los bomberos y hasta equipos de rescate en montaña.

La fuerza de las aguas ha destruido varios puentes y los vecinos de Cockermouth han afirmado que no habían visto nada igual en su vida. La Agencia de Protección Ambiental de Escocia está preocupada por lo que pueda ocurrir en las localidades de Kelso y Coldstrem si el río Tweed se desborda.

También en Gales, al oeste de Inglaterra, se han producido cortes de carreteras y de electricidad, así como graves problemas en los servicios ferroviarios.