Su padre era telegrafista, así queadora la concisión en el lenguaje. También le gustan los cambios, la modernidad y el mestizaje. Hablamos de un miembro de la Real Academia Española (RAE): José Antonio Pascual (Salamanca, 1942), un filólogo que sabe combinar erudición y humildad. A su lado, el interlocutor nunca se siente un ignorante.

--Usted es filólogo. ¿Va a corregirme cada error que cometa en esta entrevista?

-No hay errores. Cuando uno se entiende no hay errores.

--¿Y qué pasa con Ibarretxe?¿Comete un error cuando dice vascos y vascas?

--Es una expresión correcta, pero decir vascos y vascas, en mi opinión, es una horterada. En español hay un género que lo engloba todo y no debería haber problema en usarlo. En mi universidad también se dice los profesores y las profesoras. Pero estoy completamente seguro de que el tiempo lo corregirá.

--La política está llena de patadas al diccionario. Hace poco escuché a un diputado decir cortoplacismo.

--Pues no está mal.

--Pero no existe esa palabra

--Pero se entiende. No hay que tener miedo a ese tipo de cosas. Cortoplacismo explica bien el significado del corto plazo. A mí me encanta.

--¿Quiénes hablan peor: los políticos o los periodistas?

--Los políticos abundan mucho en las horteradas y en los latiguillos. El problema que tienen los periodistas es otro: la rapidez. De todos modos, el problema no es tanto la incorrección, sino el desinterés por hablar bien. Eso es grave. El gran error de los políticos es la violencia del lenguaje, al que deberían utilizar para comunicar y negociar. En caso contrario, se convierten en payasos.

--¿Qué libro recomienda para hablar bien?

--Pues, por ejemplo, un Pérez de Ayala. Si algún lector pica y lee Belarmino y Apolonio este verano, verá que los académicos no somos para nada gente rancia.

--¿Es la máxima aspiración para un filólogo trabajar en la RAE?

--Yo antes decía que no. Y ahora digo que sí. Es un gran honor. El problema es que, en la RAE, los filólogos trabajan mucho.

--Así que los escritores de la Academia no trabajan tanto

--Claro, es normal, porque cuando hay que elaborar un Diccionario Histórico, tiene que ser un filólogo el que lo haga.

--Un maestro de las palabras tiene que tener alguna niña bonita. ¿Cuál es la suya?

--Tú es una de las palabras más hermosas. Y también me gusta mucho avilantez.