El magistrado Juan Javier Pérez abrirá unas diligencias separadas dedicadas a las 18 personas a quienes la Guardia Civil requisó móviles y cámaras de fotos el día del accidente en la zona cero. Las prioridades del juez son ahora otras, pero no tiene intención de pasar por alto unos hechos que algunos juristas aseguran que pueden ser constitutivos de un delito contra el honor. El magistrado ha pedido a la Guardia Civil que trate de averiguar la identidad de las personas que grabaron o fotografiaron los restos del avión, sin ser vistas, y que han comercializado las imágenes con algunos medios de comunicación. A fecha de hoy y de forma no oficial, algunos investigadores ya han mantenido contactos no oficiales con algunos de estos medios de comunicación para tratar de identificar a estas personas.

INDIGNACION Estas mismas fuentes reiteraron que el magistrado está profundamente "indignado" por la actitud de los miembros de los servicios de emergencias que grabaron las escenas. Evidentemente, no todas las personas que grabaron y a las que la Guardia Civil requisó el móvil tenían intención de hacer negocio con las imágenes. Pero en este caso, había instrucciones concretas de los directivos de los servicios de emergencias y del juez de que nadie, salvo la policía científica, tomara imágenes, como recordó ayer el interlocutor judicial.