Mark y Rhonda Lesher han llevado a los tribunales a 178 personas. No conocen sus identidades y ni siquiera pueden decir con seguridad si son 178. Pero lo que sí saben es que, bajo ese número de apodos y durante meses, internet se ha inundado con 1.700 comentarios anónimos y despectivos sobre ellos. Y creen que ha llegado el momento de desenmascarar a los difamadores ante la justicia o, al menos, intentarlo. Una jueza estadounidense se ha aliado con ellos y ha dado un mes a la web que acogió los chismes para que revele las identidades. Expertos en asuntos de privacidad en la web, siguen el caso.

El escenario donde comenzó todo parece de entrada el más improbable para un caso así: Clarksville, una localidad de 3.500 habitantes en Tejas. Allí viven los Lesher, --él, abogado de 62 años; ella, dueña de un salón de belleza de 49--, que en el 2008 fueron acusados de agredir sexualmente a Shannon Coyel, a la que ayudaron en un proceso de divorcio y custodia. Incluso antes de que se presentaran cargos contra ellos, la historia se convirtió en la comidilla del pueblo y otras localidades cercanas. Y la charla encontró refugio en internet. En más de 70 líneas de discusión abiertas en Topix se fueron acumulando hasta 25.000 comentarios. Al menos 1.700 eran insultos y acusaciones que vinculaban a los Lesher a la pederastia, las drogas y el asesinato. Y nada cambió cuando en enero un jurado declaró a la pareja y a su empleado inocentes.

El 3 de febrero los Lesher presentaron la demanda en la que reclaman a Topix que revelara los datos de los autores, y tiene hasta el viernes para facilitar la información.