La iglesia católica volvió a temblar ayer en EEUU cuando dos investigaciones internas revelaron que el abuso sexual de niños cometido por sacerdotes ha sido mucho mayor de lo que se conocía, pues de 1950 al 2002 hubo 10.667 denuncias de este tipo contra 4.392 sacerdotes, un 4% del total.

"La terrible historia aquí documentada se ha terminado", se apresuró a prometer el obispo Wilton Gregory, presidente de la Conferencia Episcopal, a la que uno de los estudios culpa en gran parte de estos delitos, por no haberse movilizado para controlarlos, "una vergüenza para la Iglesia", resalta.

Ante la magnitud del problema que se destapó hace dos años en la diócesis de Boston, la Iglesia se ha visto forzada a hacer examen de conciencia, y sus 195 diócesis en EEUU, además de 142 comunidades religiosas católicas, han cooperado durante 11 meses con el John Jay College of Criminal Justice de Nueva York para realizar el primer estudio.

Sus datos revelan que un 81% de las víctimas de abuso eran niños y más de la mitad tenían de 11 a 14 años.

SIN EXCUSA "No hay excusa para lo que ha hecho la Iglesia", declaró en Washington el abogado Robert Bennett al presentar el segundo estudio, obra del Consejo Nacional de Revisión del episcopado católico.

Al explicar causas y efectos de los abusos sexuales, Bennett apuntó que muchas diócesis y órdenes religiosas "no examinaron adecuadamente a los candidatos al sacerdocio". Como consecuencia, "muchos hombres psicológicamente inmaduros y con problemas" fueron admitidos en seminarios y comunidades. Por si esto fuera poco, los seminarios tampoco los prepararon después para los desafíos que tendrían al ejercer su ministerio, particularmente para mantener el voto de castidad y el celibato "en una cultura hipersexualizada como la de EEUU en las últimas dos décadas", añadió.

Bennett, sin embargo, reservó sus mayores andanadas contra los obispos norteamericanos, "por haber violado en muchos casos sus responsabilidades como pastores y por haber escondido la cabeza debajo del ala" ante un problema de tanta gravedad.

Por otra parte, los portavoces de las víctimas de abusos rechazaron ayer, por ser demasiado bajo, el número de incidentes de este tipo citado por los informes hechos públicos ayer.

"Miles de víctimas no han presentado denuncias y docenas de obispos no están contando todo lo que saben", sostuvo David Clohessy, director de la Red de Supervivientes de Abusos por Sacerdotes.