Ssentía soledad y miedo. Miedo hacia la persona que me dañaba a mí o a mi madre y también hacia la gente porque no tenía seguridad en ningún lado. Para mí la seguridad era mi habitación, cuando estaba sola". Este es el testimonio de Marta, una chica que hoy tiene 18 años y que creció sufriendo malos tratos. A Marta le puso voz ayer la actriz Aitana Sánchez-Gijón como parte de una campaña que pretende que los niños dejen de ser las víctimas invisibles de la violencia machista.

La oenegé Save the Children estima, en base a los datos de las mujeres que presentan denuncia y de una proyección estadística, que unos 800.000 menores de edad conviven con las agresiones en España, cifra avalada por el Gobierno. Para intentar sacarles del círculo y mejorar la protección que se les presta, el Gobierno ultima un plan que será abordado previsiblemente en el Consejo de Ministros de la semana próxima, según fuentes de Igualdad.

Dentro de este paquete de medidas, el Ejecutivo satisfará la petición del Congreso para que la condena firme por maltrato conlleve la pérdida de la patria potestad. Hasta ahora es el juez el que toma la decisión analizando caso por caso, pero algunas organizaciones de mujeres solicitan que se suspenda el régimen de visitas de forma automática en cuanto se presenta la denuncia. El Gobierno "está perfilando una propuesta", explicó ayer la secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, para retirar la patria potestad "en los casos en los que se demuestre que el padre puede hacer daño al niño". Es decir, no será automático pero tampoco habrá que esperar a una condena firme. Se estudiará caso por caso y se tendrá en cuenta en primer lugar lo más beneficioso para el menor.

"El problema --prosiguió Aído-- es que muchos maltratadores utilizan a los hijos para hacer daño a las madres". E insistió en la necesidad de romper la "cadena generacional" que hace que muchos niños repitan de mayores las conductas que sufrieron en su infancia.

LA VALORACION Además el Consejo de Ministros estudiará una propuesta para mejorar y agilizar las evaluaciones forenses que determinan el riesgo que sufren las madres. En este análisis se incluirá la situación de los hijos con el fin de que los jueces decidan si es necesario que se dicte una orden de protección también para ellos. Apenas el 4% de los 800.000 menores que conviven con la violencia reciben tratamiento asistencial, un porcentaje que se pretende aumentar.

Por último, el Ejecutivo estudiará, un día después de conmemorar el Día contra la Violencia Machista, el trágico balance de víctimas mortales. En lo que va de año, han fallecido 62 mujeres, siete más que en todo el año pasado. 40 tenían hijos que han quedado huérfanos, a los que hay sumar los cuatro menores asesinados por su padre.

Save the Children y Aído presentaron ayer la campaña No hay una sola víctima, que busca "remover conciencias y que la sociedad entienda que los niños también sufren, para que entre todos se impulsen medidas que mejoren la atención que reciben", en palabras de Yolanda Román, de la oenegé.