La desaparición de la joven irlandesa de 15 años Amy Fitzpatrick, que desapareció hace un mes en la localidad malagueña de Mijas-Costa, se ha convertido en un misterio sin resolver con demasiadas hipótesis pero sin ningún dato relevante, por lo que cada día que pasa la familia está más angustiada.

Amy Fitzpatrick es morena, delgada, con ojos azules, mide 1,65 metros y en el momento de su desaparición vestía un chándal con una camiseta "Diesel" negra, éste es el punto de partida de los investigadores.

Su búsqueda se centró los primeros días en Mijas-Costa pero se ha ampliado a otras provincias españolas, Gibraltar e Irlanda, donde reside su padre biológico. Ha pasado un mes y sus últimos movimientos la sitúan en casa de su amiga Ashley Rubio, donde pasó la Nochevieja, y ambas cuidaron al hermano de Ashley.

La mañana del día 1 fueron a la vecina localidad de Fuengirola y tras almorzar en casa de Ashley, visitaron el zoco de Calahonda y regresaron a la vivienda, según ha explicado la amiga de Amy a los investigadores. Esta versión ha sido corroborada por la madre de Ashley, que también ha declarado ante los agentes y ha afirmado que la menor se marchó sobre las 22:00 horas para dirigirse a su casa, ubicada en la urbanización Riviera del Sol.

Dos hipótesis

En la investigación se barajan dos hipótesis posibles, que la desaparición de la joven se haya producido voluntariamente o que por el contrario haya ocurrido en contra de la voluntad de la menor. El subdelegado de Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, ha afirmado hoy a Efe que "el caso es prioritario y se investiga toda la información que llega".

López Luna ha explicado que hay varias líneas abiertas, una centrada en su búsqueda y otra en localizar un vehículo al que pudo acceder la joven o alguien conocido y que también desapareció en la misma localidad. Por ello, la Guardia Civil tratar de localizar el mencionado coche, un Ford Fiesta blanco de matrícula inglesa, C-955-SLK, por si ella o alguien de su entorno lo hubieran utilizado para su marcha.

Los investigadores piden que si alguien lo ve, avisen urgentemente al teléfono 062 para que efectivos del instituto armado se desplacen hasta el lugar y lo examinen. Dicho vehículo es propiedad de un amigo de la familia de Amy, que estaba en busca y captura, y tras declarar ante la Guardia Civil para ayudar a esclarecer la desaparición de la joven ingresó en prisión por un delito contra la seguridad del tráfico que no guarda relación con este caso. Durante la investigación se ha constatado que Amy accedía libremente al vehículo desaparecido, aunque no tuviera carné de conducir y que para ello utilizaba un destornillador, pero no deja de ser una hipótesis que haya podido irse voluntariamente.

Las primeras batidas se realizaron el 4 de enero y participaron agentes de la Policía Judicial y un helicóptero que peinaron la zona por donde la menor había vuelto a su casa. Desde ese día, los agentes no han dejado de investigar y han comprobado más de un centenar de llamadas que se han recibido por este caso.

Su madre, Audrey Fitzpatrick, y su compañero sentimental no denunciaron el caso hasta el día 3 ante el cuartel de la Guardia Civil de Mijas debido a que en algunas ocasiones se había ausentado, pero nunca más de dos o tres días y siempre telefoneaba para decir donde estaba.