La Policía ha desarticulado una red criminal de origen chino que realizaba "ajustes de cuentas" por encargo en una operación desarrollada en Madrid y Valencia en la que han sido detenidas 21 personas y que se llevó a cabo antes de lo previsto por el riesgo de que mataran a un comerciante. Según informó hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, los arrestados -15 hombres y 6 mujeres- ejecutaban, previo pago, ajustes de cuentas, cometían robos con intimidación y controlaban las actividades delictivas de miembros de la comunidad china residente en España.

En la operación se han practicado dos registros en Madrid y uno en Valencia en los que se ha intervenido una pistola con munición, armas blancas, ordenadores, equipos de vídeo y diversa documentación. Previo pago de una cantidad económica que acordaban con quien solicitaba sus "servicios", los miembros de la organización llevaban a cabo desde coacciones a agresiones más violentas, que llegaban incluso hasta los homicidios.

Alguna de sus víctimas tuvo que permanecer hospitalizada durante semanasa consecuencia de una paliza que le habían propinado para intimidarle. La organización realizaba sus "servicios" únicamente entre la comunidad china residente en España y, mientras parte de sus miembros captaban a los clientes y obtenían información sobre la identidad y las actividades personales, sociales y laborales de sus víctimas, otros aportaban el material y la infraestructura necesaria como armas, vehículos o viviendas de seguridad.