El río Tiétar ofrece en cualquier época del año atractivo suficiente para animarse a conocerlo, pero con las últimas lluvias caídas y la llegada del invierno la riqueza natural y paisajística se muestra en todo su esplendor.José María Cano es guía y un experimentado piragüista, y recomienda el descenso durante esta época porque "el recorrido es más divertido y las aves que se reagrupan ahora en invierno se pueden ver a centenares". No es necesario ir en grupo, a partir de dos personas se puede realizar el descenso por el Tiétar, programando una ruta propia, conectando telefónicamente con Jara Manda, desde el embalse de Rosarito hasta el embalse de Torrejón en Monfragüe. Hay diversidad de precios y no es necesaria tener una excelente forma física porque se realizan agradables descansos con la posibilidad de comer en el entorno. Es una estupenda alternativa para aquellos padres que quieran enseñar a sus hijos los colores, la vegetación, la fauna, las playas, los rápidos y los sonidos del Tiétar --los niños menores de 13 años que compartan el kayak con dos adultos van gratis-- además de estar especialmente recomendado para aquéllos que sepan deleitarse con la observación de aves.EL OCIO LOCALCano manifiesta que lejos de complejos el río Tiétar hace repetir al que lo prueba, por eso afirma que no duda en apostar por este río como el mejor atractivo turístico de la zona.