Un equipo internacional de astrónomos ha detectado por primera vez trazas de agua --concretamente, vapor-- en la atmósfera de un planeta alejado de nuestro sistema solar, una especie de Júpiter gaseoso y cálido que se encuentra en la constelación de Vulpecula. Aunque el exoplaneta no es precisamente un vergel, sino una bola hostil con una temperatura superficial de 700 grados, el hallazgo sugiere que el agua, elemento básico para la vida, puede ser muy abundante y ubicua en el universo. Esa es la gran novedad.

"La teoría sostenía desde hace tiempo que tenía que haber exoplanetas con agua, algo lógico si se tiene en cuenta que el hidrógeno y el oxígeno son dos de los elementos más habituales del universo, pero nunca se había podido confirmar", explica uno de los firmantes del trabajo, Ignasi Ribas, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE), centro del CSIC en el campus de Bellaterra. El exoplaneta, bautizado como HD 189733b, orbita una estrella situada a 60 años luz de la Tierra. Los detalles del estudio se publican hoy en la revista Nature .

El análisis del objeto ha sido posible gracias a la visión en infrarrojos del telescopio espacial Spitzer, lanzado por la NASA en el 2003. El planeta fue detectado en el 2005 por un equipo coordinado por Giovanna Tinetti, investigadora de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y del Instituto de Astrofísica de París (CNRS), aunque también han participado astrofísicos de otra decena de centros.

Ribas (ICE-CSIC) explica que el vapor de agua se detectó durante un tránsito del planeta por delante de su estrella. Aunque el enorme brillo de los astros dificulta la observación de sus planetas, sí pueden analizarse los componentes observándolos con visión infrarroja. "Y el agua tiene un espectro muy particular que descarta otros elementos", afirma el investigador manresano.

LA INTENCION Todos los esfuerzos realizados hasta la fecha, que se habían centrados en otras técnicas, habían fracasado. "No es que no hubiera agua --insiste--. Es que no se había podido detectar". El objetivo actual de los cazadores de planetas es evidentemente encontrar un planeta rocoso que tenga agua. "La detección de agua en un gigante gaseoso es un paso importante en ese camino", declara Tinetti en la revista.