La policía ha detenido en Madrid y en Bilbao a 10 personas como presuntas responsables de una red familiar de inmigración clandestina. Los arrestados --naturales de Colombia y Ecuador-- introducían de manera ilegal a compatriotas a través del aeropuerto de Madrid, donde la organización tenía como compinches a tres empleados de Barajas. Estos utilizaban sus acreditaciones para moverse libremente por las terminales y conseguir que los inmigrantes salieran del aeropuerto sin pasar el control policial de pasaportes.

Todas las operaciones eran controladas por el cabecilla de la red, José Z. A., de 35 años y natural de Pereira (Colombia). El y sus familiares mantenían contactos con varios compatriotas que captaban ciudadanos con ganas de emigrar a España. El pago por el viaje ascendía a unos 5.000 euros. De esa cantidad, 2.000 tenían que ser abonados nada más llegar a Barajas. El resto del dinero se pagaba en varios plazos, según explicó ayer el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil en un comunicado conjunto.

PERSONAL AUTORIZADO Cuando los irregulares aterrizaban en suelo español, los tres empleados de Barajas --cuya categoría laboral no fue ayer desvelada por las fuentes policiales-- se ponían en marcha. Para ello, se trasladaban a la T-4 y trasladaban a los inmigrantes a la salida del aeropuerto a través de pasos utilizados únicamente por personal autorizado.

Además de los diez arrestados, la policía detuvo a tres personas por estancia irregular en España. Los agentes se incautaron de 6.500 dólares, 1.500 euros, así como resguardos de diversas oficinas.