Terminó la búsqueda. Un grupo de voluntarios encontró ayer el cadáver de una joven, que podría ser el de Sonia Carabantes, la joven desaparecida el pasado jueves en Coín (Málaga). A falta de confirmación oficial, todo apuntaba anoche a que el cuerpo sin vida hallado en Monda (Málaga) poco antes del mediodía, desnudo y enterrado bajo grandes rocas, es el de Sonia. Ahora, son los forenses los que deben identificar el cuerpo. Los padres de Sonia no pudieron por la descomposición de los restos.

El fuerte olor a podredumbre llamó la atención de un grupo de voluntarios de Protección Civil, que estaban acompañados por una pareja de la Guardia Civil. El grupo había salido temprano del centro habilitado en el barrio de la familia de Sonia, en la peña Alcohine. Allí eligieron uno de los últimos cuadrantes que quedaban por rastrear, fuera del término municipal de Coín.

El grupo subió por el camino de los Llanos, donde el pasado domingo la Guardia Civil encontró unos pantalones muy similares a los que la joven llevaba puestos el día que desapareció.

FUERTE OLOR

Al llegar al paraje de Cerro Gordo, en Monda, un fuerte olor les atrajo. Enseguida comprobaron que era una falsa alarma: hallaron un par de perros muertos y abandonados en un coche.

Cuando bajaron hasta el polígono de Monda, aún en construcción, notaron nuevamente el fuerte olor. Al principio, pensaron que el hedor de los perros se les había quedado impregnado en la nariz. Pero se fue intensificando. Entonces, decidieron registrar la zona hasta que, bajo un almendro y junto a un pequeño arroyo, encontraron unas rocas de las que sobresalían unas piernas desnudas de mujer.

Los equipos de rescate se dirigieron a la zona, que fue acordonada. El lugar donde apareció el cadáver --un paraje bastante inaccesible al que suelen acudir parejas por la noche-- es una zona de monte, poblada de árboles y muy cercana a una casa habitada.

Uno de los voluntarios mostró su extrañeza y aseguró que su grupo había rastreado el domingo y el lunes esa misma zona, y que no encontró nada. Es decir, o la descomposición todavía no estaba muy avanzada cuando pasaron por allí o el cuerpo fue enterrado bajo las piedras después de que pasaran.

Las primeras informaciones oficiales sobre el hallazgo salieron de boca del alcalde de Coín, Gabriel Clavijo, a falta de unos minutos para la una de la tarde. Muy nervioso, explicó: "Se ha encontrado un cuerpo al lado de un camino y están investigando si pertenece o no a Sonia". Al poco, el alcalde volvió a atender a la prensa. "Nos tememos lo peor. Acaba de subir la juez", dijo.

En las inmediaciones de la zona, los vecinos comentaron que la familia de Sonia estaba destrozada y que se habían enterado por la televisión. El ayuntamiento envió al domicilio familiar, ubicado en la urbanización Félix Rodríguez de la Fuente, a una psicóloga y un enfermero.

POLICIAS DE MADRID

Una unidad de la policía científica de Madrid, el mismo equipo de expertos que trabajó en la desaparición de Rocío Wanninkhof, viajó en helicóptero hasta Monda. Lo primero que hicieron fue pedir una grúa para apartar las rocas. A las dos de la tarde, llegó la primera. Sin embargo, fue rechazada ya que tenía demasiada grasa y podía contaminar las pruebas. Con la segunda, por fin, los operarios liberaron el cadáver.

A las siete de la tarde, los investigadores reclamaron la presencia de los padres para identificar los restos. José María Carabantes, el padre de Sonia, vio el rostro. Sin embargo, no pudo identificarlo debido al avanzado estado de descomposición.

La desesperación de la madre, Encarna Guzmán, que salió de la zona acordonada llorando de forma desesperada y con las manos sobre la cara, hizo pensar lo peor. Tras ellos, bajó el coche funerario. Su dirección era el Instituto Forense de Málaga, donde hoy le practicarán las pruebas radiológicas para determinar si verdaderamente la búsqueda desesperada de Sonia ha terminado.

Día tras día han ido apareciendo enseres personales de Sonia Carabantes que hacían temer lo peor. Primero, junto a su casa, el bolso, un zapato y el móvil de la desaparecida, con restos de sangre. Un pendiente en el suelo indica que pudo haber un forcejeo. Luego un abanico y una toalla encontrados a última hora del sábado con un cinturón y un mechón de pelo. Unos vaqueros a tres kilómetros del lugar donde ha aparecido el cadáver fueron los que pusieron a los agentes sobre la zona.