Un análisis científico ha permitido conocer cual de las dos túnicas atribuidas a san Francisco de Asís pudo haber pertenecido al santo y cual es una simple copia sin autenticidad alguna. La túnica compatible con la época en que vivió el santo se halla, junto a otras reliquias, en la iglesia de San Francisco, en Cortona (Toscana). La túnica falsa está en Santa Croce, en Florencia, y se encuentra muy desgastada ya que a lo largo de los siglos se ha ido recortando para dar pedazos a los fieles. Los resultados obtenidos por los científicos ponen en evidencia que esta segunda reliquia no pudo pertenecer a san Francisco, ya que se fabricó al menos 80 años después de la muerte del que clérigo que ha pasado a la historia por ser el amigo de los animales y por el voto de pobreza que hizo cuando se ordenó.

EL PROCESO El análisis se llevó a cabo con un acelerador de partículas del Instituto Nacional de Física Nuclear. La técnica empleada utiliza el método del carbono 14, el sistema de datación más fiable. Los investigadores tomaron entre 5 y 7 muestras de ambas túnicas, cada una de un centímetro cuadrado.

Se hizo de esta manera para evitar falsos resultados, puesto que ambos ropajes presentaban un buen número de remiendos. Una vez obtenido el carbono contenido en cada muestra, se logró una pastilla de menos de un miligramo, que ya se pudo analizar en el acelerador.

Mediante un rayo de cesio se obtuvieron distintos tipos de carbono de esa pastilla, los llamados isótopos. A partir de la proporción entre esos isótopos --los C12 y C14-- se pudo deducir la edad de las muestras y certificar que la túnica de Cortona se fabricó entre 1155 y 1225, antes de la muerte del patrono de Italia, en 1226. Al contrario, la túnica de Florencia no pudo fabricarse antes de finales del siglo XIII.

HAY UN COJIN Además de esta túnica, en Cortona se conservan un cojín donde se habría reclinado la cabeza del santo muerto y un libro con frases del Evangelio que habría pertenecido a san Francisco. Otros análisis químicos e históricos han confirmado la autenticidad de estas reliquias. Todas esas pertenencias las habría llevado a la ciudad de la Toscana el hermano Elia, sucesor del santo al frente de los franciscanos. Aún quedan otras dos túnicas para analizar. Una tercera que se encuentran en Asís, la ciudad natal del santo, y una cuarta en Verna (Umbria).

El laboratorio de física que ha realizado el estudio lleva 20 años aplicando técnicas nucleares a pinturas, reliquias y libros antiguos.