Tocar el piano como Thelonious Monk ; adjetivar como Borges ; caminar sobre las aguas como Jesucristo; filosofar como Baruch Spinoza ; recorrer Estados Unidos de Este a Oeste por la Ruta 66; encontrar la vacuna contra el Sida; curar el cáncer; encontrar la vacuna contra el fanatismo; recuperar mi infancia aunque solo sea por un día; escribir pleonasmos sin complejos; insonorizar mi casa; vencer batallas propias y ajenas; frecuentar bibliotecas de madrugada; jugar un partido de Liga con el Real Madrid; desterrar el hambre y el frío de este planeta; emborracharme con Bukowski ; debatir con Dios la existencia de Dios; tener los ojos de Paul Newman cuando el actor aún era Paul Newman; dormir con Giselle Bundchen ; dormir con otras mil mujeres que no son Giselle Bundchen; hablar a la perfección diez idiomas, incluido el castellano; frecuentar el Savoy de los años 50; leer una novela corta de Richard Brautigan ; leer una novela larga de Dostoievski ; no leer ninguna novela de Javier Marías ; sumar y restar sin ayuda de los dedos; hacer senderismo; levantarme en plena madrugada para preparar unas natillas; vivir en la calle 42 de Manhattan; bailar un tango con Paola ; recitar de memoria la lista de los reyes godos; tener un hijo al que no le importe tener un padre como yo; dormir de un tirón una semana entera; cantar I left my Heart in San Francisco con la voz de Frank Sinatra ; ver en televisión --sin anuncios televisivos-- Los gozos y las sombras ; beber, cantar y gritar como si beber, cantar y gritar fueran actividades divertidas; decirle a mis padres que les quiero; respirar profundamente. Y luego morir en paz.