El sistema GPS se ha convertido en un dispositivo tan ubicuo y eficiente que sus usuarios llevan tiempo dándolo por seguro: taxistas, militares, conductores, marineros, agricultores e incluso los participantes en la romería del Rocío --este año se han instalado 35 de estas herramientas en los simpecados de 30 hermandades-- creen que nunca volverán a perderse, que siempre sabrán cómo llegar desde el punto A al punto B.

Sin embargo, según un reciente informe del Congreso estadounidense, todo aquel que disponga de uno de estos utensilios tiene motivos para rebajar su nivel de confianza. El próximo año, sostiene el documento, el sistema puede estar en peligro debido tanto a la falta de fondos como a los errores de gestión.

Elaborado por la GAO, la agencia que audita y evalúa al Gobierno estadounidense, el informe supone un fuerte tirón de orejas a las Fuerzas Aéreas de ese país, encargadas de gestionar el Sistema de Posicionamiento Global, que supone la mayor constelación de satélites militares --31 en total, algunos muy avejentados-- que jamás han orbitado alrededor de la Tierra. "Se desconoce si las Fuerzas Aéreas serán capaces de adquirir nuevos satélites lo suficientemente rápido como para mantener el actual servicio sin interrupción", expone el documento. Si no lo consiguen, continúa, "es probable que en el 2010, al comenzar a fallar los aparatos, el sistema carezca del número de satélites necesario para mantener el nivel de servicio al que se ha comprometido el Gobierno".

SERVICIOS OPERATIVOS A día de hoy, el GPS tiene la competencia a la vuelta de la esquina: el Galileo, el sistema global de navegación por satélite de la UE, comercializará sus primeros servicios entre el 2011 y el 2014; el renovado Glonass resultará completamente operativo el año que viene o el siguiente; y, por último, el Compass chino estará disponible a finales del 2010 o principios del 2011, aunque solo para el gigante asiático y sus regiones vecinas.

Sin embargo, como se encarga de censurar el informe del Congreso norteamericano, el primer repuesto de un satélite del GPS --un dispositivo que comenzó en 1978 siendo de uso exclusivamente militar y solo después, en 1983, pasó también a manos civiles-- debería haber sido lanzado a principios del 2007, pero se ha postergado varias veces y se anuncia ahora para noviembre de este curso, lo que supone un retraso de tres años.

Puede que tengan que ver con los fallos anunciados por el documento estadounidense o puede que no, pero en los últimos tiempos varias personas que confiaban su rumbo al GPS han acabado en situaciones comprometidas. A comienzos de año, por ejemplo, un motorista británico siguió ciegamente lo que decía su dispositivo y al final acabó en el borde de un precipicio. Le pusieron una multa.

FINALIDAD INICIAL En realidad, el siniestro de un avión fue lo que provocó que el dispositivo se generalizara. Al principio, la finalidad del GPS no tenía nada que ver con la ayuda a los civiles. El sistema siempre fue controlado por los militares: se desarrolló tras la guerra de Vietnam, en la que legiones de soldados se perdieron en la jungla. Sin embargo, en 1983, un avión surcoreano fue derribado en la península de Kamchatka por las Fuerzas Aéreas rusas y EEUU decidió que el sistema estuviera disponible para todo el mundo.