La policía española nunca se había topado con "criminales pederastas" de semejante calibre. Así describieron ayer los responsables policiales a los cinco miembros de la red de pornografía infantil desarticulada por la brigada de investigación tecnológica. Los agentes acusan a los detenidos de violar y abusar sexualmente de nueve menores y distribuir las imágenes en internet. La mayoría de las víctimas no eran más que bebés.

Las fotos requisadas son nauseabundas, según revelan quienes las han visto. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, se refirió a ellas con la siguiente afirmación: "He sido juez durante muchos años y he visto muchas cosas, pero nunca imágenes de esta brutalidad".

AMIGOS Alvaro I. G. y su amigo Eduardo Sánchez, de 23 años, fueron arrestados en Murcia y Barcelona por violar a varios chiquillos y colgar las fotos y los vídeos en la red. Ambos agredieron sexualmente a niños muy pequeños, desde bebés de un año hasta niños de 9. En Ourense, los agentes también arrestaron a José G. C., un estudiante de Biología de 24 años que violó a dos niños de 7 y 9 años.

Los otros dos miembros de la red, que tienen 43 y 39 años, son Antonio O. M. y José C. C. Ambos fueron arrestados en Murcia y puestos en libertad con cargos, sólo están acusados de tenencia y distribución de porno infantil. Los agentes hallaron en el domicilio de Antonio O. M. varios de los vídeos grabados por Alvaro I. G. Mientras, en casa de José C. C. estaban algunas cintas originales. La pista que condujo hasta la red fue un billete de Renfe que aparecía en uno de los vídeos. Agentes de Toronto (Canadá) especializados en rastrear en internet, descubrieron un vídeo en el que se veía a dos individuos abusando de un bebé. Interpol trasladó el caso a la policía española y ésta se hizo cargo de la investigación. Se comprobó que el billete fue comprado en la estación de Atocha, en enero del 2004.

La investigación de los agentes concluyó que las imágenes habían sido filmadas en un piso alquilado de Collado Villalba (Madrid) por Alvaro I. G., que en el momento de ser detenido vivía en Murcia.

UN CANGURO DE CEBO El joven se dedicaba a reparar y configurar ordenadores con acceso a internet y aprovechaba las visitas a sus clientes para colgar en la red sus vídeos porno. Además, se anunciaba para ofrecer sus servicios como canguro con el objetivo de acceder a las víctimas. Aparte de la violación de bebé de Collado Villalba, la policía le acusa de abusar de otros seis menores de entre uno y 5 años. El sábado, el juez decretó su ingreso en prisión.

Eduardo Sánchez Moragues, que hoy pasará a disposición judicial, también abusó del bebé de Collado Villalba. Además, está acusado de participar en las violaciones de otros dos niños de 7 y 9 años. En esos abusos participó también otro de los arrestados, José G. C., que vive con sus padres en Ourense y estudia Biología en Vigo. Desde el martes, también está en prisión.

En su declaración a la policía de Barcelona, Sánchez Moragues admitió que presenció tres de las violaciones de las que se le acusan, pero negó haber participado en los abusos. Los agentes tienen tres vídeos en los que aparece el detenido.

En la violación del bebé no sale su rostro, pero sí se identifica perfectamente un reloj y un cinturón que los agentes han encontrado en su piso de la calle de Muntaner de Barcelona. Y en el vídeo de las dos violaciones de Ourense, se ve su rostro con nitidez. Además, los otros dos detenidos, que han admitido los hechos, también señalan a Sánchez. Los padres del bebé violado en Collado Villalba también fueron arrestados por presunta complicidad, pero el juez les dejó en libertad.