El novillero extremeño Jairo Miguel tomó la alternativa en México, ofreció destellos de torero, pero no tuvo suerte y se fue de vacío. El matador de 15 años se doctoró el pasado 3 de mayo en la plaza mexicana de Aguascalientes, dentro la tradicional feria de San Marcos

El novillero extremeño Jairo Miguel, con su toro del doctorado, tuvo algunos destellos que fueron aplaudidos. En el sexto, un toro con poco gas, el diestro cacereño sólo pudo abreviar y se silenció su labor.

En el festejo compartió cartel con el diestro mexicano Eulalio López Zotoluco , que cortó dos orejas y se alzó como triunfador de la corrida, y Eloy Cavazos, que se despedía en esta plaza. Con lleno en los tendidos se lidiaron seis toros de Bernaldo de Quiros, bien presentados, manejables sin mucha emoción y un sobrero, que hizo séptimo, de regalo, de Reyes Huerta, que cumplió.

"Llega muy puesto, muy bien preparado, con todo el mundo expectante, en el sitio donde estuvo a punto de perder la vida", había relatado horas antes del festejo el padre del joven, matador retirado que lleva las riendas de la carrera de su hijo y se ocupa de su entrenamiento.

El joven se despidió como novillero el pasado día 11 en Querétaro, en el centro de México. Estos días se cumple un año de la impresionante cornada que el joven sufrió en esa misma plaza, durante la novillada inaugural de la feria, cuando Hidrocálido , de 400 kilos, le atravesó el pulmón con uno de sus pitones a un centímetro y medio del corazón. Su recuperación de la grave herida fue sorprendentemente rápida y Jairo Miguel regresó el 10 de agosto a los ruedos en la norteña ciudad mexicana de Monterrey.