El juzgado de instrucción número 1 de Tarragona investiga unos presuntos malos tratos cometidos por una antigua educadora de la guardería municipal de El Morell (Tarragonès) durante al menos siete cursos sobre los niños que tenía a su cargo. La trabajadora fue despedida en el 2016, pero los hechos han salido ahora a la luz. Los Mossos d’Esquadra la detuvieron ayer y está previsto que hoy pase a disposición judicial. Como suele pasar en este tipo de casos, a medida que avanza la investigación van aflorando más víctimas y aumenta el número de denuncias.

El juez también imputó a la directora del centro; a la exconcejala de Educación -responsable política de la guardería municipal mientras se producían los presuntos maltratos-, al alcalde, Pere Guinovart (PDECat) y al marido de la educadora por los delitos de omisión del deber de denunciar delitos, encubrimiento, prevaricación y tráfico de influencias.

En las pesquisas en curso, destacan los malos tratos a un niño con la clavícula rota, a otro con el ojo amoratado y el caso de un menor con asma al que no se suministró el inhalador durante dos años, aunque por prescripción médica debía tomarlo cada mediodía.

NADIE SE PERCATÓ / A pesar de que los presuntos abusos, tanto físicos como psicológicos y las supuestas vejaciones a los que sometía a los pequeños se prolongaron durante tiempo, pasaron desapercibidos para las familias. Dada la corta edad de las víctimas -de 0 a 3 años- los moratones y otros rastros de maltrato se justificaban con excusas de caídas en el patio, accidentes jugando con el resto de la clase o distracciones propias de la edad. Los cambios de actitud que mostraron varios críos también se justificaban con el argumento de «cosas de niños», según fuentes próximas al caso.

El año pasado, sin embargo, unos padres se quejaron a la directora de que la cuidadora había empujado a su hijo, se elevó un informe al ayuntamiento y despidieron a la educadora, según explica el alcalde de El Morell, Pere Guinovart (PDECat). No obstante, la presunta maltratadora denunció a su vez al consistorio por despido improcedente y el juicio se ha aplazado ya dos veces, precisa el alcalde.

LA NIEGA TODO / Guinovart niega que se hayan producido malos tratos en el centro municipal y asegura que en las guarderías «ya se sabe, hay empujones y caídas». El alcalde confía en que el juez «lo aclararé todo». Y remacha: «Los padres pueden estar tranquilos».

También se investiga cómo accedió la educadora a esta plaza de empleo público y si ostenta todas las condiciones de formación y experiencia requeridas.