La Policía Municipal de Madrid ha detenido a dos mujeres chinas de 41 años acusadas de practicar abortos ilegales en un piso de Carabanchel y de homicidio en grado de tentativa entre sí después de que ambas se pelearan en el citado centro por un hombre.

Según ha informado hoy la Policía Municipal, los hechos ocurrieron el pasado miércoles en un piso de la calle General Ricardos número 153, en Carabanchel Bajo, y han permitido descubrir una supuesta clínica de abortos ilegales.

Una persona llamó sobre las 16.00 horas para avisar de que se estaba produciendo una pelea, y el portero del inmueble explicó a los agentes que acudieron que en el piso 2ªE se había producido una reyerta entre dos mujeres de origen chino que habían tirado al patio interior del bloque material sanitario.

Los agentes llamaron al piso y una mujer que estaba muy alterada les explicó que no podía abrirles porque otra había cerrado la puerta del piso con llave y se había encerrado en el cuarto de baño.

La Policía llamó entonces a los bomberos para que abriesen la puerta, al mismo tiempo que apareció un hombre de nacionalidad china que aseguró a los agentes que una de las mujeres que había en el piso era su mujer y "no había ningún problema", tras lo cual pudieron pasar.

Los agentes vieron que el piso estaba muy revuelto, con numerosos objetos tirados por el suelo, en su mayoría material médico y quirúrgico, y que había un fuerte olor a vinagre, que es el producto que se utilizaba ancestralmente para provocar hemorragias a mujeres embarazadas para que aborten.

El hombre -llamado Wu Y.- se dirigió al cuarto de baño para tranquilizar a la mujer que se había recluido en él, identificada como Zhong G., quien finalmente salió del mismo con un corte en la oreja izquierda, por el que sangraba abundantemente, y un golpe en la cabeza.

Esta mujer fue acusada por la otra, identificada como Pan Ch.G. y que sufría una crisis nerviosa, de realizar abortos ilegales. Según ha detallado la Policía Municipal, Pan y Wu son marido y mujer y Zhong es la amante del hombre, y las dos mujeres se habían peleado por él.

Los agentes inspeccionaron el piso y los objetos que el portero del edificio recuperó en el patio interior, entre los que había cuatro pinzas separadoras de uso ginecológico, un cubo de presión (que se utiliza para tirar restos humanos), varias pinzas de 30 centímetros, un medidor de la tensión arterial, un fonendoscopio, tijeras y varias vendas y antisépticos.

Ante la falta de "una explicación fehaciente" por parte de las dos mujeres, los agentes las detuvieron y las trasladaron a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Carabanchel, acusadas de homicidio en grado de tentativa y de realizar abortos ilegales.

La Policía Nacional les tomó declaración y a continuación pasaron a disposición judicial, según han confirmado a Efe fuentes de la Jefatura Superior de Policía.