La Policía ha detenido en Cádiz a un joven de 25 años, y con 24 antecedentes policiales, acusado de cometer una estafa de más de 600.000 euros a operadoras de telefonía y particulares de toda España mediante la apertura de líneas eróticas y de tarot ficticias, según ha informado la Policía.

El detenido, Cristian V.P., era el cabecilla de una red que ha sido desmantelada y que ha llevado al arresto de otras nueve personas en una operación denominada Cris-Pin.

Los únicos usuarios de estas líneas eran sus "colaboradores", cuatro miembros de una misma familia que también han sido detenidos y que se encargaban de hacer llamadas de forma masiva y de hasta 30 minutos a estos servicios.

CON TARJETA DE CRÉDITO

Estas líneas, según ha explicado uno de los inspectores encargados de las pesquisas, suelen tener un coste de 1,20 euros el minuto, de los que el titular de la misma se lleva más del 70%.

Las pesquisas que han permitido detectar esta estafa, que ni siquiera las operadoras habían detectado, se iniciaron a finales del 2008 a raíz de una denuncia por una estafa con una tarjeta de crédito, en la que salió a relucir el nombre de "Cristian", un joven muy conocido por la Policía gaditana desde que era menor y que tiene "una gran imaginación" y "grandes habilidades sociales", según han explicado los investigadores.

Las investigaciones han determinado que el joven, que en algún momento trabajó como comercial de una operadora de telefonía, lograba entrar en las bases de datos de estas empresas y cambiar tarjetas prepago por contratos, entre otros sistemas que han hecho que, por ejemplo, personas de Andalucía, Galicia o Cantabria, hayan recibido facturas de hasta 5.000 euros.