Lo que en principio fue calificado como un misterioso homicidio podría ser finalmente un nuevo caso de violencia doméstica. Los Mossos d´Esquadra detuvieron ayer en Sant Fruitós de Bages al compañero sentimental de María Elena Bouzos Alvarez, de 32 años, degollada el 1 de marzo en su casa de Calders, como presunto autor del crimen.

Fue el detenido, Josep María M. S., de 40 años, quien llamó a la policía el día del suceso para denunciar que había encontrado el cadáver de la mujer rodeado de un gran charco de sangre.

Los hechos sucedieron hace tres semanas en un chalet, en el que la pareja vivía junto a un hijo de ella, de 12 años. El detenido explicó lo llevó al colegio y al regresar se encontró el cadáver. La casa estaba removida, por lo que se pensó en el robo como móvil.

Al principio, los Mossos sospecharon del exmarido de la víctima, pero luego el círculo se fue estrechando en torno al compañero de María Elena con la hipótesis de que se trataba de un homicidio premeditado. Se comprobó toda la información que el presunto asesino facilitó cuando declaró ante la policía. Finalmente, unas pruebas de ADN han acabado por delatarlo.