Llevaban ya más de 18 horas de camino y solo les quedaba una más para llegar a su destino, un hotel en Calella (Barcelona), cuando el viaje de estudiantes de bachillerato de un colegio holandés terminó en un autocar volcado en la cuneta de la AP-7. El accidente, a la altura de Bàscara (Gerona) acabó con la vida de una alumna de 15 años, Ilse Beekers. El conductor del autocar, un hombre de 50 años de nacionalidad holandesa, fue detenido ayer por la tarde por los Mossos d´Esquadra por su posible responsabilidad en el accidente. De momento, le acusan de una imprudencia grave con resultado de muerte.

El vuelco del autocar, con 59 pasajeros a bordo, causó además 19 heridos de diversa consideración, de los cuales solo cinco seguían anoche ingresados en el hospital. Ninguno tiene heridas de gravedad. La mayoría sufrió fracturas y cortes por culpa de los cristales.

"El bus hizo primero un movimiento extraño hacia la derecha y cuando el chófer quiso girar a la izquierda, ya salimos de la carretera", explicaron los escolares ilesos, la mayoría de los cuales serán repatriados hoy a Holanda.

Según declaró el chófer en una conversación telefónica con su empresa en Holanda, se asustó al ver cruzar "algo" justo delante del autocar, posiblemente un animal. Los Mossos trabajan con la hipótesis de un error humano, ya que en el vehículo no se han apreciado anomalías mecánicas.