Un hombre degolló ayer a su hija de dos años en su domicilio en la localidad valenciana de Alzira. El agresor fue detenido después de lanzarse a la calle desde el segundo piso de la casa y caer encima de un coche, sin sufrir heridas de consideración. Está previsto que hoy pase a disposición judicial. Aunque no han trascendido los motivos, podría tratarse de un nuevo caso de violencia. El suceso se produjo sobre las 17.00 horas en la calle del Pare Castell, en un barrio poco conflictivo de esta localidad cercana a Valencia. El hombre, de 28 años y nacionalidad rumana, atacó a su hija con un arma blanca y posteriormente se lanzó por el balcón. Un vecino alertó a la policía, que acudió de inmediato a la zona. El progenitor confesó su crimen a los agentes, que tuvieron que derribar la puerta para acceder a la vivienda y se encontraron a la menor muerta en una cama.

En un primero momento el detenido fue trasladado al Hospital de la Ribera en la propia localidad de Alzira, pero tras comprobarse que no era necesario su ingreso le condujeron a la comisaría de la Policía.

ATAQUE DE ANSIEDAD / La madre, 24 años, que no se encontraba en la vivienda en el momento de los hechos, acudió poco después a la casa, donde sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendida por una unidad que se había desplazado hasta el lugar. Posteriormente también fue trasladada al Hospital de la Ribera. Fuentes municipales confirmaron que la pareja estaba empadronada en la localidad y que los servicios sociales del municipio no tenían constancia de que existiera ningún tipo de denuncia previa (aunque este hecho no condiciona que pueda tratarse de violencia machista, puesto hay muchos casos sin denunciar por miedo). Está previsto que hoy se decrete un día de luto oficial por la muerte de la menor.

CASO EN ELDA / El trágico crimen de Alzira se ha producido cuando la Comunitat Valenciana todavía no se había recuperado del impacto de otro asesinato por violencia de género con menores implicados. El pasado miércoles, un hombre que también rondaba la treintena -aunque en este caso este sí tenía denuncias previas por maltrato y una orden de alejamiento- acribilló a su expareja en la localidad alicantina de Elda, lo que hizo evidenciar que el sistema de protección de las mujeres víctimas de maltrato tiene graves fallos.