Ofrecía un trabajo en el ramo de la hostelería, el comercio o la construcción con un sueldo de 1.400 a 1.500 euros al mes. Parecía una buena oportunidad. Pero lo que aparentaba ser una salida para personas en paro resultó ser una estafa. Los contratos eran falsos y César F. O. pretendía cobrar por cada uno de ellos. El pasado 28 de abril, los Mossos d´Esquadra le detuvieron in fraganti. Ese día tenía previsto entrevistarse con más de un centenar de desocupados.

"Estoy sin trabajo desde enero y no cobro ningún subsidio", relata Madeline, de 22 años y de Terrassa (Barcelona), que vio el anuncio en una web. "Había un teléfono y un e-mail. Llamé a ese señor y me ofreció trabajar en un bar, un restaurante o un hotel. Me preguntó la edad y algunos datos más. Me dijo que tenía mucha gente esperando. Al cabo de un tiempo, me envió un mensaje al móvil para decirme que estaba seleccionada. Me comentó que fuera a un hotel de Barcelona el 28 de abril", cuenta.

La cita era importante. Pero se empezó a extrañar cuando fue atendida en plena calle. "Me saludó y me hizo firmar un contrato. Pensaba que iba a entrar a trabajar en un hotel y me pidió 30 euros para los abogados. Comentó que el contrato duraba un año y que, después, todo dependía del hotel", recuerda. El detenido, César F. O., de origen ecuatoriano y sin antecedentes, decía actuar en nombre de una empresa de trabajo temporal. "Cuando llegué a mi casa, me llamaron los Mossos, y al día siguiente denuncié. Se estaba aprovechando de la crisis. Fue una experiencia desagradable. A nadie le gusta que le engañen", explica Madeline.

Ese 28 de abril, los Mossos, que tenían noticias del fraude, detuvieron a César F. O. en las cercanías de un céntrico hotel de Barcelona. Cuando intervinieron los agentes, según fuentes cercanas a la investigación, había una cuarentena de personas esperando a ser atendidas por el presunto estafador.