El calvario duraba ya mucho tiempo, y Josefa M. L., de 56 años y sordomuda, decidió finalmente denunciar a su marido, Francisco M. G., por los malos tratos físicos y psíquicos sufridos desde el comienzo de su matrimonio, hace poco más de 32 años.

Los malos tratos incluían vejaciones, palizas y amenazas de muerte a ella y a sus cuatro hijos, que fueron los que la animaron a buscar ayuda. El hombre, de 59 años y sin antecedentes, ha quedado en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez instructor.

Josefa acudió el miércoles a las dependencias de la Guardia Civil de Chiclana (Cádiz) para dar a conocer su dramática situación. Allí, ayudada por una de sus hijas, expuso los episodios de violencia doméstica y solicitó su deseo de separarse y una orden de alejamiento.

La hija explicó que su padre agredía y vejaba a Josefa, a veces incluso delante de los hermanos, y que "la degradaba como mujer, la insultaba y la prohibía que se pusiera determinadas prendas de vestir". La mujer testificó que Francisco era un hombre agresivo, "especialmente cuando bebía".

Además, indicó que se había decidido a denunciar por primera vez su estado tras las continuas amenazas de muerte tanto a la madre como a los hijos.