Los Mossos d´Esquadra detuvieron ayer a un ecuatoriano de 43 años acusado de ser el asesino de María Isabel Bascuñana, la joven leridana de 21 años que el pasado miércoles apareció muerta en el maletero de su coche. Las huellas dactilares de las dos bolsas que cubrían el cuerpo de la joven coinciden con las del detenido, que tiene antecedentes por atracos en su país.

El detenido, que anoche prestó declaración, tras haber sido interrogado el lunes durante varias horas, trabaja como vigilante de seguridad del párking de un centro lúdico. Este aparcamiento es utilizado con frecuencia por los universitarios por su proximidad con el campus de Cappont, donde la chica fue vista por última vez con vida. Anoche, los Mossos d´Esquadra registraron la vivienda del detenido, un piso, que comparte con dos de sus hijos.

La autopsia determinó que la joven murió estrangulada con un trapo, que fue hallado junto al cadáver. La ausencia de pruebas que hicieran sospechar que fue agredida sexualmente o robada, descartó, en un principio, a la figura del violador.