Una redada simultánea en siete ciudades del área metropolitana de Barcelona ha permitido a los Mossos d´Esquadra desmantelar una banda de hooligans que, nacida al calor de los Boixos Nois (hinchas radicales del FC Barcelona), se había convertido en una maquinaria de extorsión que estaba aterrorizando a propietarios de locales de ocio nocturno. Los Mossos han detenido entre 15 y 20 personas, todas ellas miembros de los casuals, que es como se conoce a la rama más violenta de los Boixos Nois.

El grupo había irrumpido en el tráfico de drogas, pues mantenían vínculos con mafias del este de Europa y conseguían mercancía gracias al asalto a otros narcos. Fuentes cercanas a la investigación explican que era una organización jerarquizada, con un tipo de estructura similar a la banda de motoristas de los Angeles del Infierno.