Los Mossos d´Esquadra detuvieron el martes por la tarde en Roses (Alt Empordá) a una pareja que había dejado encerrado durante más de una hora dentro de un coche a su hijo de 3 años mientras ellos se bañaban en la playa. Personas que transitaban por el Paseo Marítimo vieron cómo el pequeño lloraba desconsoladamente y avisaron a la policía, que rompió el cristal del coche para sacarlo.

Trasladado al Hospital de Figueres con síntomas de deshidratación, el niño fue dado de alta ayer. Este suceso se produjo tan sólo una semana después de que una niña de 18 meses muriera asfixiada en Andorra después de que su padre se fuese a trabajar y la dejase siete horas a pleno sol dentro de un vehículo todoterreno.

El matrimonio de Roses fue detenido por un presunto delito contra los derechos y deberes familiares, según informaron ayer fuentes policiales.

Alrededor de las seis de la tarde del martes, la pareja se desplazó desde Figueres, donde vive, hasta la playa. Al llegar, según explicaron ellos mismos a los agentes, su hijo dormía, por lo que lo dejaron en el coche.

Tras declarar, los padres, que siguen haciéndose cargo de su hijo, fueron puestos en libertad. Los hechos se han puesto en conocimiento de la fiscalía.

La patrulla liberó al niño, que tenía una "elevada temperatura corporal, sudoración constante, la piel roja y rugosidad en las palmas de las manos".