Las posibilidades de la red, para bien o para mal, son casi infinitas. Eso debieron pensar los agentes del Grupo de Delitos Informáticos de la Guardia Civil que, desde el año pasado, investigaba una banda de falsificación de tarjetas de crédito a través de internet y que, tirando del hilo, llegaron a dos adolescentes de Crevillent (Alicante) que acosaban y chantajeaban a otros jóvenes, después de introducirse en sus ordenadores. Los dos menores han sido detenidos.

Los piratas asaltaban los ordenadores con un virus de los llamados troyanos, creado por ellos, y que les permitía controlar la cámara web de sus víctimas, algunos compañeros de colegio, y grabar a distancia. Según los investigadores, algunas de estas grabaciones mostraban "situaciones comprometidas". El paso siguiente era la amenaza de difundirlas y el chantaje: dinero a cambio de silencio.

La investigación comenzó en verano de 2005 a raíz de la denuncia de una empresa informática atacada por piratas para sustraer información confidencial. El análisis de los datos permitió identificar el apodo de uno de ellos y, tras meses de rastreo, se le detuvo en Madrid. Esta detención condujo a la Guardia Civil hasta el cabecilla de la banda, de 17 años.