La policía de Pekín detuvo a ocho miembros de una banda de asaltantes de tumbas obsesionados con el feng shui, una milenaria sabiduría popular oriental que dice cómo han de estar dispuestos los objetos y la luz en las construcciones, según informó hoy la agencia oficial Xinhua.

Las fuerzas de seguridad de la capital china solo han identificado a dos de los arrestados con los respectivos apellidos, Wang y Shi, provenientes de la región central de Henan, y han asegurado que todavía puede haber más detenciones.

"Wang confesó que un equipo de 11 personas que consultaron a maestros del feng shui asaltaron más de una cincuentena de tumbas en los distritos de Daxing, Chaoyang, Tongzhou y Fangshan de Pekín desde 2006", ha expuesto Zhang Jun, oficial de la Oficina de Seguridad Pública de Pekín.

SEIS DINASTÍAS DE PODER

El portavoz oficial ha aladido que los detenidos utilizaban a expertos en feng shui para dibujar mapas con las posibles localizaciones de valiosas fosas, ya que Pekín fue la capital de hasta seis dinastías de poder. "El maestro hasta les entregaba artefactos mágicos para esquivar el mal antes de los asaltos", ha añadido Zhang. Entre los sepulcros asaltados se encuentras algunos de la dinastía imperial Qing (1644-1912), la última que rigió el país.

La policía de Pekín se incautó durante la operación 20 monedas antiguas, 14 abalorios funerarios y numerosas piezas de oro que habían sido sustraídas por los ladrones.

Las antiguas tumbas chinas acostumbran a estar repletas de oro, plata y jade, que los familiares del fallecido depositaban al ser enterrado con la esperanza de proporcionarle riqueza en la vida ulterior.

'CHI, YIN Y YANG'

China ha tratado en los últimos años de combatir a los adivinos y echadores de fortuna porque propagan la superstición y violan el espíritu científico, incluidos a los tradicionales maestros de feng shui (literalmente, "viento y agua").

Sin embargo, la influencia de este sistema nacido hace 3.000 años y que enseña a diseñar el espacio, escoger los colores o los muebles para conseguir el equilibrio ha traspasado las fronteras del país, y sus indicaciones se han seguido en edificios de todo el mundo.

El feng shui se basa en tres pilares: la energía que se siente, pero no se observa (chi); las propiedades opuestas (yin y yang) que representan actividad y quietud, luminosidad y oscuridad, masculino y femenino; y los cinco elementos de la naturaleza.