Un joven de 18 años, Alvaro Ussía Caballero, murió la pasada madrugada en Madrid tras ser presunta y repetidamente golpeado por tres porteros de la glamurosa discoteca Balcón de Rosales. La policía detuvo a David S. G., de 31 años, David A. D., de 25, y Antonio S. S., de 32, tras escuchar el relato de varias personas que presenciaron la agresión. Hoy pasarán a disposición judicial bajo la acusación de homicidio. La víctima era sobrino del escritor y periodista Alfonso Ussía. Según fuentes de la investigación, el joven estaba en el interior de la discoteca con unos amigos cuando los porteros lo sacaron fuera del local y le dieron numerosos golpes.

La policía encontró a Alvaro, tumbado e inconsciente, en la zona ajardinada que rodea la sala de fiestas. Según su relato, el joven presentaba una posible contusión miocardiaca (fallo del corazón). Los servicios sanitarios lo estabilizaron e introdujeron en la ambulancia. Pero durante el traslado al Hospital Clínico de San Carlos, ubicado a menos de un kilómetro, sufrió una parada cardiorrespiratoria. Pese a los intentos para reanimarle, falleció poco después.

El cadáver no presentaba heridas de arma blanca ni sangraba por ninguna parte del cuerpo, según fuentes policiales. Tampoco mostraba moratones o lesiones externas. La autopsia, que se practicará hoy, revelará las causas de la muerte y permitirá saber si se acusa a los detenidos de asesinato o de homicidio involuntario. También aclarará si la contusión miocardiaca se produjo por golpes o por una ingesta elevada de estupefacientes.

UN EMPUJON CASUAL Compañeros del joven fallecido relataron a la policía que el desencadenante del suceso fue un empujón casual de la víctima a una joven que, al parecer, era la novia de uno de los porteros detenidos. La chica les habría contado lo que consideró una agresión y los encargados de la seguridad del local, que tiene espectaculares vistas sobre la Casa de Campo y cobra 12 euros por una copa, le increparon y sacaron fuera de las instalaciones. Sus amigos consideraron que actuaban así para llamarle verbalmente la atención.

El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, pidió ayer al Ministerio del Interior que reglamente la figura de los porteros de discoteca y de locales de ocio, unos 140.000 en toda España, para evitar agresiones.

LAS CARENCIAS Denunció también que muchos "no tienen formación, ni cualificación profesional específica, ni tampoco control". Y añadió: "Sistemáticamente comprobamos que las agresiones se repiten, por la indumentaria, por ser joven o por la condición social".