La madre de un joven francés de 22 años tetrapléjico, ciego y sordo, decidió llevar a cabo el deseo de su hijo de "morir con dignidad". La mujer adoptó esta decisión después de que hace un año el presidente Jacques Chirac rechazara la petición del muchacho de que se le aplicase la eutanasia. La madre administró una fuerte dosis de barbitúricos a su hijo para poner fin al calvario que, según ella, vivía. La acción resultó fallida y ahora Vincent Humbert está en coma profundo.

Marie Humbert, la madre, de 48 años, fue detenida e ingresada luego en un hospital donde recibe atención psicológica. El fiscal de Boulogne-sur-Mer ha renunciado, de momento, a procesarla por intento de asesinato y accedió a que la mujer pudiera ver a su hijo ya inconsciente por el coma.

El lunes, Marie Humbert anunció públicamente su intención de ayudar a su hijo a morir en un "inmenso acto de amor", dijo su abogado, Pierre Vigier. El momento elegido fue la fecha del tercer aniversario del accidente que mantuvo al joven nueve meses en coma, tras lo cual despertó tetrapléjico, sordo y ciego.

Sólo podía mover el pulgar con el que se comunicaba, sobre todo con su madre, que iba a visitarlo todos los días al centro de rehabilitación de Berkck-sur-Mer, en el norte del país, donde residía. La noche del miércoles, Marie Humbert utilizó la sonda gástrica con la que se alimentaba su hijo para inyectarle una fuerte dosis de barbitúricos. Una hora y media después, el médico del centro se presentó en la vivienda y ella le contó lo que había hecho.

El médico optó entonces por reanimar al muchacho, pero sólo logró que quedase en coma profundo. El acto ha conmocionado a la sociedad francesa y ha relanzado el debate sobre la eutanasia.