Juan Manuel Rodríguez y Juan Antonio Gutiérrez son dos jóvenes caurienses que han pasado de la noche a la mañana del anonimato a ser los rostros más populares entre los aficionados a la práctica de lanzamiento de dardos en la ciudad de Coria. Sus trabajos diarios, Juan Manuel como encofrador en Madrid, y Juan Antonio como mecánico en la sección de mantenimiento de la fábrica de Coria, les impide entrenar más de lo que desearían, pero el tiempo libre que tienen "lo aprovechamos para practicar y para acudir a competiciones", aseguran ambos.

Sus trabajos, por el momento, no les ha convertido en protagonistas, pero sí los dardos tras lograr un envidiable tercer puesto por parejas en el Campeonato de España celebrado, recientemente, en Benidorm. Reconocen que esta práctica "no tiene la promoción deseada", dicen, pero creen que poco a poco y con algunos apoyos se pueden captar adeptos interesados en demostrar su puntería ante una diana.

Ambos han competido al más alto nivel entre 7.000 jugadores de toda España. "Es la primera vez que hemos participado juntos y haber quedado terceros pensamos que es un resultado que está muy bien", manifestó Gutiérrez. Mejor puntería y algo de suerte tuvieron los jugadores que formaron la pareja que quedó campeona de España, un título que recayó en dos alicantinos que como premio viajarán al Campeonato del Mundo de dardos que se celebrará en Las Vegas. Los caurienses tampoco se vinieron a su pueblo natal con las manos vacías ya que el tercer puesto les dió derecho a un diploma y un trofeo para cada uno. Además, la organización les otorgó una beca de 200 euros a repartir entre los dos.

Coger una buena posición, tener puntería y algo de suerte son los tres ingredientes principales que estos chicos creen que debe tener un buen jugador a la hora de lanzar los dardos. Aunque como en todo, "para no perder el ritmo lo mejor es dedicarle mucha práctica y horas de entrenamiento", asegura Gutiérrez y, "que no influyan los nervios", matiza su colega.

Opinan que esta práctica no tiene edad y que puede jugar todo aquel que se lo proponga. Además, expresaron la necesidad de crear una asociación o escuela que impulse el lanzamiento de dardos y lanzaron alguno en señal de crítica hacia las administraciones. "Aquí no hay colaboración, todo nos lo costeamos de nuestro bolsillo", afirma Rodríguez. Su compañero de juego opina que el ayuntamiento cauriense debería hacer algo por promocionar esta práctica. "Hay chavales que están empezando y quieren aprender, pero no pueden ir a más porque no hay apoyos", afirma. De momento, tanto Rodríguez como Gutiérrez, de 27 y 33 años, respectivamente, siguen practicando de cara a la liga local de dardos en la que competirán representando al equipo Ceresdard.