Dos enfermos graves ingresados en el Hospital del Baix Segura de Orihuela (Alicante) fallecieron ayer mientras eran trasladados a otros centros como consecuencia del incendio originado en los almacenes del complejo hospitalario.

La primera medida fue trasladar a los seis pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos, pero dos de ellos no resistieron. Un anciano enfermo terminal de 78 años falleció en la ambulancia y otro de 74, aquejado de un enfermedad grave de pulmón, murió al llegar al Hospital de Torrevieja. El consejero de Sanidad de Valencia, Vicente Rambla, desplazado al lugar, dio a entender que las muertes no estaban "directamente relacionadas con el incendio".

A las ocho de la mañana, un cortocircuito de una de las neveras situadas en el almacén provocó que se incendiara el tendido eléctrico. Una intensa humareda negra se extendió rápidamente por los conductos de aire acondicionado y alcanzó la planta baja y los dos primeros pisos del centro sanitario. El olor a quemado sembró la alarma entre enfermos y empleados, aunque, afortunadamente, el incendio coincidió con el cambio de turno.