Dos millones y medio de personas contrajeron el virus del sida en el 2007, con lo que ya son 33,2 millones las personas infectadas en el mundo, según el informe anual del Programa Común de Naciones Unidas sobre el VIH-Sida (ONUSIDA). La cifra revela un descenso de seis millones de infectados respecto a lo anunciado el año pasado, algo que no se debe a una remisión de la enfermedad sino a una revisión de las estadísticas.

Durante años, muchos epidemiólogos han criticado la forma en la que las autoridades sanitarias hacían estos cálculos. Las cifras se extrapolaban de los contagios detectados fundamentalmente en grupos de riesgo como prostitutas o consumidores de drogas por vía parenteral, lo que explicaría estas sobreestimaciones. De hecho, el informe de 2007 de ONUSIDA refleja la adopción de hábitos más seguros sólo en algunos países.

El informe revela, asimismo, que el porcentaje de la población mundial infectada disminuyó en el último año, pero de forma muy leve. Otro de los datos que revela el informe es que en los últimos 12 meses dos millones de enfermos murieron a causa de la enfermedad. África sigue siendo el continente no sólo con mayor número de infectados sino también con más nuevos casos de contagio, a pesar de que en el último año el número de nuevos infectados fue inferior en 1,7 millones al reportado en 2006.

En total, 22,5 millones de personas viven en África con el virus del sida, es decir el 68 por ciento de la población mundial afectada. En Asia son actualmente 4,9 millones las personas que viven con el VIH, de las que 440.000 se infectaron en el último año. No obstante, en términos relativos, el Caribe es la segunda región del mundo más afectada por la enfermedad, dado que el uno por ciento de los adultos es portador del virus.

Sólo en 2007, en el Caribe 11.000 personas murieron de sida y otras 17.000 contrajeron la enfermedad, por lo que ya son 230.000 los caribeños que conviven con el virus. Basándose en el nuevo informe, ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) creen ahora que los contagios por VIH, el virus causante del sida, alcanzaron su pico máximo a finales de los 90 o en 2001 y que el porcentaje de adultos portadores del virus permanece constante en un 0,8 por ciento de la población mundial.