El infierno pasó ayer por Barracas. A dos kilómetros del núcleo urbano de esta localidad, en la N-234, un camión cargado con 25 toneladas de nitrato amónico explotó con tal fuerza que se desintegró en pedazos. Los fragmentos volaron a más de un kilómetro de distancia. La onda expansiva hizo que volaran incluso rocas. Una de ellas golpeó a un camionero que se encontraba a pocos metros de distancia. El hombre, vecino de Alboc sser, falleció en el acto. Era la segunda muerte en menos de media hora.

Treinta minutos antes, el camión siniestrado y un turismo que circulaba en dirección contraria habían chocado en un tramo recto. La violenta colisión causó la muerte del conductor del coche.