Quieren vivir separadas pese a que esta decisión pueda costarles la vida. La delicada intervención quirúrgica para desligar a las siamesas iranís de 29 años, Landan y Laleh Bijani, unidas por la cabeza y el tronco, empezó ayer en el hospital privado Raffles de Singapur con la participación de un centenar de profesionales.

Es la primera intervención de estas características que se realiza con pacientes adultos. Una operación que, como mínimo, durará 48 horas aunque los especialistas del equipo médico no descartaron que pueda prolongarse durante cuatro días.

Después de que en 1996 un grupo de doctores alemanes rechazaran hacerse cargo del reto al considerarlo demasiado arriesgado, el neurocirujano singapurés Keith Goh y el cirujano plástico Walter Tan, al mando de un equipo, han considerado que es técnicamente posible. Sin embargo, los dos facultativos del hospital Raffles no han garantizado un final feliz a estas dos mujeres licenciadas en Derecho que jamás han podido mirarse a los ojos sin usar un espejo.

Comparten el cráneo, y sus cerebros están unidos en un 30%. Uno de los principales peligros de la intervención pasa por solucionar la separación de la única arteria que suministra sangre a las dos masas encefálicas. Las pacientes están siendo operadas en posición sentada, en una mesa especialmente diseñada para esta intervención y monitorizadas mediante un sistema computerizado de imagen guiada.