La revista Tiempo informa en su número de esta semana de que la notable mejoría experimentada por Jaime de Marichalar, gracias a sesiones de hasta cuatro horas diarias de rehabilitación en el hospital Mount Sinaí, podría suponer que el duque de Lugo y su esposa, la infanta Elena (en la foto), prolonguen un año más su estancia en Nueva York.

El semanario cuenta las razones que llevaron a los duques de Lugo a instalarse en la Gran Manzana, destacando que el trauma que la enfermedad le produjo a Jaime de Marichalar y su obsesión por demostrar que seguía siendo el mismo, le llevaron a descuidar su rehabilitación, que en Nueva York es más intensiva.

La Infanta Elena, por su parte, atenta a su esposo y sin hacer apenas vida social, acude de vez en cuando a una humilde parroquia del barrio del Bronx, y mientras sus hijos están en la guardería, ella lee cuentos a niños hispanos y negros.