El presunto pederasta belga Marc Dutroux, de 47 años, se defendió ayer de las acusaciones de cuatro asesinatos, otras tantas violaciones y cinco secuestros atacando a sus cómplices. En su primer interrogatorio en el juicio, que se celebra desde el lunes en Arlon, Dutroux responsabilizó de los crímenes a su exesposa, Michelle Martin, y a sus amigos, Michel Nihoul y MIchel Leli¨vre, a dos gendarmes y al confidente policial, Gérard Pinot.

Era la primera vez que el principal acusado eludía sus presuntas responsabilidades y acusaba formalmente a sus supuestos cómplices. Desde el principio de su declaración de ayer, dejó claro que su defensa consistía en atacar a los demás.

El denominado monstruo de Charleroi admitió, sin embargo, hacer participado en tres de los cinco secuestros, pero responsabilizó de casi todo lo demás --torturas, violaciones y asesinatos-- a Nihoul. Dutroux, que admitió sólo abusos a una de las menores, afirmó que todo lo hizo por encargo de su amigo, que controlaba una red de trata de blancas y prostitución. Agregó, que cuando salió de la cárcel en 1995 se encontró con las niñas Julie y Melissa, de 8 años, ya en su casa, custodiadas por su exmujer.

"Un día llegué a mi casa y me encontré a las dos niñas. Mi mujer me explicó que había que vigilarlas y le dije que no había problema", declaró el acusado. Según su relato, su exmujer, Nihoul y otro amigo, Bernard Weinstein, habían planeado el secuestro de esas niñas, dos de las cuatro que fueron asesinadas. Una quinta logró salir con vida y es hoy la principal testigo de cargo contra el pederasta.